Ante la posibilidad de que fuera eliminado el feriado legal del 29 de junio, día de San Pedro, patrono de pescadores y pescadoras artesanales, dirigentes de la Conapach encendieron las alertas y decidieron contar por qué es importante esta fecha para el sector y cómo contribuye al patrimonio cultural de Chile.
Es que a mujeres y hombres de mar, les duele pensar que una festividad tan importante pueda verse olvidada o sustituida. Y con justa razón, hace una semana, fue aprobada en cámara baja del Congreso Nacional, con 107 votos a favor, 16 en contra y 23 abstenciones, un proyecto que declara el 24 de junio como el Día Nacional de los Pueblos Indígenas.
La iniciativa, que consideraba en un principio derogar la ley que establece el feriado del 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo, quedó sin efecto gracias a la preocupación de algunos parlamentarios, quienes ingresaron indicaciones al proyecto, que finalmente se aprobó con la eliminación del feriado del 12 de octubre, día que se recuerda el Descubrimiento de América y no el día de San Pedro.
De este modo, los pescadores artesanales, ven con alivio el reconocimiento de una fecha importante para Chile y sus comunidades pesqueras, pero permanecerán alertas al rumbo del proyecto, porque así como valoran el gesto para con los pueblos originarios, les interesa sobre todo el reconocimiento del patrimonio cultural del país.
Cesar Jorquera, presidente la A.G de pescadores artesanales de San Vicente, región del Biobío y director de la Conapach: “Es un día reconocido como el día de la pesca artesanal, como patrimonio cultural de las comunidades costeras de Chile. Está relacionado también con la conexión que tenemos con los desaparecidos en el mar, la gente que nunca más volvió, así que va más allá de una festividad ligada a la iglesia católica.
También es atractivo para la comunidad que las caletas abren sus puertas y muestran un poco de lo que es la pesca artesanal. Además, es una de las pocas actividades culturales del invierno y transversal en todo Chile”.
Sergio Guerrero, director del Sindicato N°1 de pescadores artesanales de Arica, región de Arica y Parinacota y director de la Conapach: “El 28 y 29 de junio es una fecha super importante para la pesca artesanal, tanto histórica como culturalmente, es una festividad religiosa y costumbrista. Es un día donde la gente se acerca a las caletas del país y hacen que la pesca artesanal esté más presente que nunca”.
Miguel Ávalos, presidente de la Corporación de pescadores artesanales de Caldera, región de Atacama y secretario de la Conapach: “Encuentro complicado que el Congreso Nacional siga legislando a espaldas de la ciudadanía, en este caso de la pesca artesanal. El 29 de junio, día de San Pedro, es una conmemoración de carácter religioso que encierra un sentimiento de fe, una festividad desarrollada por siglos. Nosotros, como sector, también consideramos ancestral nuestra cultura, por lo que considero una falta de respeto imponer ciertas decisiones sin conocer la realidad”.
Actividades de la pesca artesanal que se desarrollan en la festividad de San Pedro
En cada caleta del país, previo al 29 de junio de cada año, hombres y mujeres de mar preparan las actividades de uno de los días más importantes del año para la pesca artesanal.
Es el día de San Pedro, patrono de pescadores y pescadoras. Le veneran cada año agradeciendo las bondades que da el mar, pidiendo protección y salud para la navegación y abundancia para el año venidero.
Precedida de una ceremonia religiosa, engalanan al santo patrono y sus embarcaciones para la procesión en el mar, brindando una de las postales más coloridas y masivas que se realizan en las costas de nuestro país.
En el norte del país, la procesión en el mar va precedida por una novena, una procesión por tierra, en algunos casos con bailes y diabladas, rindiendo homenaje y mostrando a sus comunidades una de las fiestas religiosas y culturales más significativas ligadas a la pesca artesanal.
Y mucho más que eso, en algunas caletas es un día de conexión con el recuerdo de los pescadores que han perdido la vida realizando sus faenas pesqueras y con aquellos que no han regresado nunca más. La existencia de cementerios simbólicos y monolitos señalan que no existe el olvido para aquellos familiares a los que les faltó una última despedida con sus seres queridos.