Conapach está atento a cualquier cambio en esta materia porque teme la autorización la para que las flotas extranjeras entren a pescar dentro de la Zona Económica Exclusiva de Chile, tema en el que, según explicaron, la Subsecretaria de Pesca no ha tomado una posición clara
Analizar y revisar los alcances del nuevo acuerdo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, Convemar y la posición de Chile respecto a la regulación de las áreas marinas protegidas y los recursos genéticos en altamar, la transferencia tecnológica y su impacto ambiental, entre otras temáticas, fueron el objetivo de la reunión que se realizó la semana pasada en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en la que participó Conapach como parte del trabajo internacional que desarrolla.
A la actividad, asistieron además académicos, personeros de Gobierno, las Fuerzas Armadas y representantes de la sociedad civil, para plantear sus dudas e informarse acerca de la postura del gobierno en esta materia, quienes señalaron que mantendrán el statu quo en relación a los acuerdos ya alcanzados en la misma Convemar y el tratado de Nueva York.
“Chile se está preparando para este nuevo acuerdo de implementación de la Convemar, lo que resulta significativo en cuanto se va a regular la biodiversidad más allá de las jurisdicciones nacionales y en ese sentido, la regulación de los recursos genéticos marinos y de cómo se van a repartir equitativamente entre países desarrollados y en desarrollo”, señaló Waldemar Coutts, director de la Dirección de Medio Ambiente y Asuntos Marítimos del Ministerio de RR.EE..
Coutt subrayó que Chile está a favor de este nuevo acuerdo, pero “queremos que se regule lo tiene que ser regulado y no lo que ya está regulado, como es la pesca en altamar. Si hay otros países que quieran incursionar en este último tema, les podremos decir que ese punto está regulado a través del acuerdo de Nueva York de 1995 y a través de las organizaciones regionales de ordenamiento pesquero”.
En este contexto, Renato quiñones, director de Centro Interdisciplinario para la investigación acuícola, INCAR, que es un proyecto de Conicyt desarrollado en la Universidad de Concepción, señaló que, “ésta es una negociación internacional que tiene un grado de complejidad muy importante, principalmente por dos temas: uno, respecto a la regulación que se quiere aplicar a la biodiversidad y cómo podría o no podría interactuar con regulaciones y convenios internacionales que hoy día existen respecto a la pesca de altamar”.
Y el otro elemento, está en todas las riquezas que existe en altamar vinculados al tema de recursos genéticos y su posible aplicación a biotecnología, en medicina, etc., donde muchas veces los países desarrollados tienen más acceso que los países en vías de desarrollo, por lo que hay que tomarlo desde el punto de vista de la equidad mundial sobre la repartición de los beneficios de altamar a nivel global y no solo de las grandes potencias.
“Ambos temas son controversiales y pueden llegar a ser muy complejos, pero no cabe duda y nos vamos muy tranquilos por eso, que la postura de la cancillería es clara y muy consistente con la defensa de los intereses de la pesca, como también de los intereses de la propiedad intelectual”, culminó el académico.
Por su parte, Zoila Bustamanete, presidenta de Conapach, dijo que “esta es la continuación de la agenda de trabajo internacional que lleva la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile, Conapach. Nosotros como pescadores artesanales nos interesa estar informados acerca de todo lo que está pasando referente a la pesca, tanto dentro y fuera de la Zona Económica Exclusiva, a nivel nacional e internacional.
“Más aun cuando hay temas tan importantes como la implementación de nuevas áreas marinas protegidas en altamar y las implicancias que puedan tener el ingreso de la flota extranjera a puertos chilenos, sobre todo porque, por una parte, la Subsecretaria de Pesca no tiene una posición muy clara al respecto y porque esta materia ya está regularizado por el decreto 123 del año 2003”, enfatizó.
Y agregó, “dentro de la pesca artesanal existen compañeros que salen fuera de las 200 millas y debemos saber todas las políticas a la que suscribe Chile en el extranjero, porque no queremos encontrarnos con sorpresas como nos ha sucedido en ocasiones anteriores. Un claro ejemplo son los acuerdos alcanzados en la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur (ORP-PS), que es la que hoy dicta la cuota de Jurel al interior de nuestro país”.