Dirigentes de la pesca artesanal y la pequeña agricultura familiar campesina, valoraron la tramitación del proyecto, atendiendo a las necesidades nacionales de abastecimiento de productos frescos y saludables, especialmente de los niños de nuestro país.
La incorporación de alimentos con identidad local y el fomento de pequeños productores en los programas de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, JUNAEB, sería el objetivo principal del proyecto de ley propiciado por los diputados Juan Santana, Cristina Giraldi, Mario Labra, Camila Rojas y Matias Walker, que actualmente se discute en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados.
A la sesión de ayer lunes, fueron invitados la presidenta de la Corporación Observatorio del Mercado Alimentario, CODEMA y vicepresidenta de la Conapach, Zoila Bustamente y en representación de la Federación Interregional Pelágicos Changos del Norte y secretario de la Conapach, Miguel Ávalos, quienes valoraron la iniciativa y expusieron algunas observaciones a la iniciativa legal.
Entre las indicaciones realizadas por Codema, a través de su presidenta, está el especificar que en la obligación de que el 50% de las compras anuales de la Junaeb estén los productos locales de pequeños productores, se estipule que sean de la pequeña agricultura familiar campesina y la pesca artesanal, con el objeto que no se vuelva a interpretar la ley en favor de los empresarios.
Para ambos expositores, se trata de una solicitud histórica, largamente esperada por los sectores de pequeños agricultores y pescadores artesanales, para abastecer de productos locales, frescos y saludables, las necesidades de alimentación de niños y niñas en etapa preescolar, escolar y secundaria, dependientes de la Junaeb, correspondientes a los sectores más vulnerables de la población.
Para Miguel Ávalos, existe gran disposición del sector pesquero artesanal de participar en la tramitación de esta ley, con mira a la elaboración de políticas públicas certeras que garanticen la distribución y trazabilidad de los productos pesqueros en todas las caletas del país.
Del mismo modo, señaló que la pandemia ha desnudado una realidad nacional, respecto al destino de los productos que se producen en Chile, principalmente destinados a la exportación, dejando en la indefensión a los sectores más vulnerables, que no encuentran en su dieta productos nacionales de buena calidad, por lo que se hace indispensable cambiar la visión de los productos que consume la población en general, especialmente los niños.
Por su parte, Bustamante, recalcó que existe capacidad para proveer de los productos pesqueros a la demanda nacional, ya que existen muchas plantas de proceso en el sector artesanal que podrían dar respuesta a esas necesidades, en la medida que existan acuerdos regionales y nacionales al respecto, dependiendo de los productos que se extraen en cada región en particular.
“Hace muchos años estamos pidiendo que la Junaeb se abastezca de productos nacionales y no esté dando a los niños atún vietnamita o pangasius (pescado del oriente que se alimenta de desechos, conocido como “pez rata”), mientras en Chile existen recursos de alta calidad, tales como el jurel u otras pesquerías que en este momento se están destinando a harina de pescado. Sería importante encontrar en las propiedades de los productos pesqueros y agrícolas una salida a la malnutrición y la salud de la población”, concluyó Bustamante.