En la comisión de pesca del Senado, el además tesorero de la CONAPACH, indicó que el daño ecológico que provoca el salmón sobre las otras especies nativas es comprobable y que el Sernapesca debe incluir un plan de contingencia para la recaptura, que incluya a los pescadores artesanales y que funcione con eficacia y prontitud.
Aplicar mayores estándares de seguridad en la instalación de balsas jaulas e incluir a los pescadores artesanales en planes de contingencia para la recaptura ante el escape de salmones, fueron algunas de las observaciones que realizó Marco Salas, dirigente de Quellón, región de Los Lagos y tesorero de la Conapach, a la moción que se discute en la actualidad en la Comisión de Pesca del Senado, que modifica la ley de pesca en materia de prohibición de captura de especies salmonídeas provenientes de cultivos de acuicultura.
El dirigente, quien ha denunciado en variadas oportunidades el escape masivo de salmones no declarado por parte de la industria, específicamente en Queilen hace algunos meses atrás, enfatizó en la idea que los pescadores no quieren por ningún motivo que los salmones escapen de los centros de cultivo, por ser el salmón altamente depredador se otras especies nativas, que son la base del ecosistema marino en las aguas interiores de la región.
Además, Salas manifestó estar de acuerdo con que se legisle al respecto, teniendo en cuenta que luego del periodo de recaptura indicado por ley, los salmones siguen apareciendo en redes, por lo tanto, deberían ser consideradas especies bravías, autorizando su captura una vez finalizado el proceso.