Diversas reacciones produjo este fin de semana la renuncia del subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, luego que se hiciera público, a través del centro de investigación periodística
Según indica la nota de prensa, el trabajo que Súnico realizaba para la pesquera se remontan a los años en que se desempeñaba como encargado de pesca en la municipalidad de Talcahuano, impulsando demandas a favor de la industria.
Para los pescadores artesanales, lo más grave de las acusaciones tendría relación con su trabajo como subsecretario, donde se le acusa de autorizar la pesca de arrastre en la región de Coquimbo durante 5 años, recién a meses de asumir su cargo, enviando por la borda el programa de la presidenta Michelle Bachelet, quien se comprometía a poner fin al arrastre, por ser un sistema de pesca nocivo para las especies que coexisten con el camarón, como es el caso de la merluza común.
Por otra parte, Súnico dejó en el camino cuatro proyectos de ley que permanecen en trámite y aún no ven la luz en el Congreso, entre ellos la ley que crea el INDESPA, la ley de caletas, la ley bentónica y el trabajo que se venía realizando en materia de Registro Pesquero Artesanal.
Para los dirigentes, la salida de Súnico podría afectar el futuro de los proyectos de ley, debido al poco tiempo que queda del mandato de la presidenta para cumplir con los compromisos adquiridos con la pesca artesanal y asumir las demandas que se le han realizado desde Conapach.
«Es lamentable lo que está ocurriendo en la política, la corrupción es transversal y los únicos perjudicados siguen siendo los trabajadores, los pescadores artesanales y sus familias. Esperamos que se haga justicia y que las demandas del sector artesanal sean escuchadas de una vez por todas«, declaró Miguel Leiva, jefe de gabinete de Conapach.