Acusan compra de conciencia y manipulación de dirigentes para conseguir apoyo de organizaciones artesanales
Pescadores artesanales de la región de Biobío denunciaron ante la directiva de Conapach las graves irregularidades que se están viviendo en la zona, para conseguir los apoyos para la construcción de muelles de fierro necesarios para poner a funcionar el proyecto Terminal Marítimo de Gas Natural Licuado (GNL) Penco Liquen, también conocido como Octopus, ante su inminente instalación luego de ser aprobada por la Comisión de Impacto Ambiental.
Aunque las fuentes solicitaron mantener sus identidades en reserva, contaron que la empresa transnacional dueña del proyecto, han ofrecido dinero y otros recursos a dirigentes de la zona para conseguir los permisos necesarios para construir la infraestructura para su funcionamiento.
“Conapach rechaza firmemente todos los proyectos que contaminen y le quiten espacio a los pescadores artesanales en el borde costero. En especial cuando hay empresas que, a costa de todo y de todos, hacen lo que quieren, compran conciencias y presionan a las organizaciones sindicales para conseguir sus objetivos”, declaró Zoila Bustamante, presidenta de Conapach.
Y agregó, “tenemos que terminar con las malas prácticas, ya que con tal de lograr lo que se proponen, ofrecen bienestar para el país y a punta de mentiras, dinero y campañas de terror presionan a dirigentes y organizaciones para que apoyen sus millonarios proyectos, que más tarde conducirán a la pobreza, a la contaminación y riesgos a la salud de miles de personas que viven y trabajan en el borde costero”.
Por su parte Cesar Jorquera, director de Conapach y presidente de la AG Pescadores Artesanales San Vicente señaló que, “con los dos proyectos que están en carpeta, GNL Penco Lirquen y luego GNL Talcahuano, va a quedar totalmente cerrada la bahía. Los pescadores artesanales sentimos que están echando por tierra todo el trabajo que hicimos en la ley de pesca por conseguir la primera milla exclusiva para el sector, la misma que el gobierno señala centrará sus esfuerzos para su crecimiento y desarrollo”.
Según Jorquera, para ver los alcances que tiene la industrialización de las bahías, es sólo cosa de mirar el estado de la Bahía de San Vicente, la que por su alta carga de actividad industrial terminó por restringir toda actividad pesquera artesanal, no sirviendo para nada la reserva de la primera milla. “El mismo caso en el Golfo de Arauco, la que después de la instalación de la Celulosa y de las termoeléctricas terminó drásticamente afectada por contaminación y cambios de temperatura en sus aguas, con los consiguientes perjuicios para la actividad artesanal”.